Friday, July 13, 2007

El último adios a las huellas del pasado pekines


Recordáis este símbolo? Significa "demolición" y su estampación, como si de cal-viva se tratara, sentencia a muerte edificios y desahucia a las familias que en ellos habitan.

La especulación urbanística también afecta a China, y especialmente a Pekín donde el precio del m2 del suelo se ha visto duplicado en los últimos años dada la proximidad de los Juegos Olímpicos 2008. El poder de las constructoras y promotoras chinas junto con la escasa valoración de "lo antiguo" como parte de la cultura china están provocando el derrumbamiento de barrios enteros de "hutong" que conforman el núcleo de la ciudad. El espacio donde se asientan esos entramados de callejuelas franqueadas por los muros de los siheyuan (casas típicas construidas alrededor de un pequeño patio) ha adquirido un valor incalculable a multiplicar sustancialmente, ya que allí donde habitaban 5 familias mañana lo podrán a hacer 25. El negocio es considerable, pero como todo, tiene un coste: la pérdida de identidad de esta ciudad.

Los hutong constituyen los últimos vestigios del pasado pekinés. Aquí es donde se respira la verdadera esencia de la tradición china. Pero eso es algo que únicamente es apreciado por la retina del extranjero. La sensibilidad china tan solo percibe los hutong como gran fuente de producción de dinero. Y lejos de plantear la posibilidad de rehabilitar estas construcciones tan emblemáticas, la elección ha sido arrasar su propio pasado histórico.

Solamente han sobrevivido a esta debacle los hutong que envuelven el lago de Hou-hai. La presión de algunos movimientos vecinales y artículos publicados en revistas de difusión para extranjeros residentes en Beijing, unidos al vertiginoso aumento de visitas turísticas a las zonas de hutong han hecho replantear al Gobierno de Pekín la decisión adoptada. Después de todo, la atracción turística también supone una importante fuente de ingresos...

De una forma o de otra, lo que prima es el DINERO. Un bien que ha pasado a constituir "el gran valor" de la sociedad china, el único presente en la mente de quienes un día fueron el reflejo de un sistema de valores colectivos. Es lo que Julio Arias denomina "ANOMÍA MORAL CHINA".




Haciendo un inciso, cabe que mencionar que en muchos casos el estado de los hutong es realmente deplorable. Las viviendas son de espacio tan reducido (algunas de 8 m2) que no suelen tener zona de aseo, para ello existen los cuartos de baños comunes en cada manzana, y algunos de ellos... en fin, mas que cuartos de baño parecen auténticas pocilgas... y os libráis de que todavía no se haya inventado la técnica para hacer llegar las fragancias a través de la red... os ibais a morir de asco...

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