El naranja como denuncia en los JJ.OO

La decisión del COI de conceder los Juegos Olímpicos a Pekín ha venido suscitando muchas polémicas. Pero es ahora, con la aproximación de las fechas de su celebración, cuando se están levantando numerosas voces manifestándose en contra de la opresión del régimen comunista chino.

Una de ellas, la del escultor danés Jens Galschiot (artista que polemiza en la comunidad internacional a través de sus esculturas) propone una forma un tanto original de adherirse a la campaña que promueve contra las reiteradas violaciones de los derechos humanos por y en China. Su propuesta se titula “The Orange Color Proyect” (El proyecto del color naranja) y consiste en USAR EL COLOR NARANJA a modo de mensaje para denunciar la opresión de China durante los JJ.OO del 2008.

El proyecto insta “a deportistas y espectadores de hacer amplio o creativo uso del color para el vestido y todo tipo de accesorios. Las posibilidades son infinitas: un sombrero, falda, camisa, corbata, bolígrafo, bolsa protectora de cámara. Según las circunstancias incluso el acto de pelar una naranja puede ser una manifestación remarcable”. Pero no solo propone a los visitantes a China y deportistas que usen el naranja, el proyecto también anima a las personas que están “fuera de los Juegos Olímpicos, tanto en China como en el resto del mundo, a llevar el color naranja durante el período de realización de los Juegos Olímpicos, para marcar nuestra protesta contra la violación de los derechos humanos en China”.
La elección del color naranja como referente a tal denuncia proviene, en parte, por palabras del artista Wassily Kandinsky para quien “el color naranja es el rojo humanizado por el amarillo”. Pero sobretodo se inspiran en que este color es el de la túnica de los monjes birmanos (recordamos la “Revolución Azabrán” llevada a cabo por estos monjes contra la opresión del gobierno birmano); el de asociaciones con el uniforme de los prisioneros de Guantánamo; una mezcla de rojo y amarillo y puesto el rojo es, en China, el símbolo del fuego y el amarillo el símbolo de la tierra. Estos dos elementos se complementan como una especie de yin y yang. El naranja puede de esta manera interpretarse como un tipo de armonía. Así pues con esta protesta se exige que China obtenga armonía y equilibrio en su balance de derechos humanos. Y por último, la elección del naranja se basa en el texto ’The beginners guide to Colour Psycology’ donde se describen las propiedades positivas del color naranja tales como: alegría, pasión sensualidad, bienestar físico, seguridad. Y las propiedades negativas tales como: pobreza, frustración, inmadurez..
El interrogante es si podría China prohibir el color naranja.

Con esta pregunta, muchos adherentes al proyecto desafían el poder de censura del régimen chino.

Y desde aquí yo os animo a apoyar la idea partipando de manera activa mediante la suscripción del Proyecto y el uso del naranja durante la celebración de los JJ.OO esteis donde esteis.