Tuesday, November 28, 2006

Uganda: (1) Entebbe-Kampala



Nuestra entrada a Uganda fue a través del aeropuerto internacional de Entebbe. En torno a las seis de la madrugada el avión aterrizó en una profunda oscuridad tan negra como jamás había visto. Sin duda este fue el primer impacto, al que seguiría el descubrir un asombroso amanecer casi de inmediato. Era como entrar en una habitación en tiemblas en que de pronto alguien enciende la luz.

Junto al aeropuerto se encontraba un campamento de Naciones Unidas, con hangares y aviones tatuados con sus iniciales (UN). Fue algo que nos llamó muchísimo la atención. Siempre habíamos visto en la televisión las misiones de UN pero verlo in situ era algo muy diferente. No sé describir la sensación, por una parte era tranquilizadora por lo que representa UN, pero por otra, su presencia significaba que había o habría habido alguna razón por la que intervenir.

Un camino de aproximadamente hora y media nos condujo a Kampala, capital de Uganda. A lo largo de la carretera pudimos disfrutar de un paisaje sumamente verde, salpicado por chozas de barro o de hojalata y cientos de escuelas infantiles ausentes todavía del bullicio infantil.

En Kampala descubrimos el “boda-boda”: un medio de transporte en que el pasajero ocupa la parte trasera de una motillo o de una bicicleta para ir de un lado a otro de la ciudad; unos pájaros carroñeros gigantes que convivían con toda naturalidad con la población humana de la capital; la cabina de teléfonos ambulante; o el parking gigante de taxis.

Kampala es una ciudad muy agradable y pacífica. Pero también es bulliciosa, con todo el gentío viviendo el día en la calle y con un tráfico caótico que circula por la arteria principal que atraviesa la ciudad. Sus edificios son humildes, con un comercio que mercadea prácticamente solo con productos básicos, aunque también se encuentrar algunas buenas y maravillosas librerías. Lo cierto, es que en Kampala no existen las riquezas o el lujo, ni nada que se le parezca, lo que resulta mágico. Es algo que demuestra que no hay grandes diferencias sociales, como viene ocurriendo en otros países en desarrollo donde los contrates de pobreza y riqueza son vecinos permanentemente.

Era 9 de octubre, y resultó ser el día de la celebración de la independencia de Uganda. Así es que, una vez más (como nos ocurriera en Tailandia y en Vietnam) pudimos disfrutar de una Fiesta Nacional en el país que nos acogía. La fiesta tenía lugar en una gran pradera situada en una de las siete colinas entre las que está edificada la ciudad. Y allí presenciamos desfiles de bandas de música, partidos de hockey, danzas y demás. Fue muy, muy interesante. La gente nos miraba, nos sonreía muy amablemente y nos explicaba el significado del día que celebraban. El idioma oficial de Uganda es el ingles, aunque la población también habla el swahili, por tanto la comunicación es increíblemente fácil. Esto es algo que nos dejó fascinados, después de todo estábamos en un país muchísimo menos desarrollado que China, y sin embargo la cercanía del idioma nos hacia sentirnos mas cómodos y confiados en este país nuevo para nosotros. Es increíble lo que puede conseguir la comunicación!

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