Hong Kong.
Hong Kong: 25º, sol,mar...3 horas de avión desde Beijing.
Increíble isla, colonia británica hasta diciembre de 1996, actualmente esta en periodo transitorio durante 50 años hasta llegar a ser completamente de China. Los volantes de los coches están a la izquierda y también circulan por ésta, hay tranvías por sus calles, el metro es impresionante, las calles son bulliciosas y con mucho ambiente, los chinos son mas educados y elegantes, hay una vida muy occidentalizada, la comida es cantonesa y por tanto deliciosa, hay zonas de copas divertidísimas con terracitas en la calle, y compras a tutti plen!!! AH! Y lo mas importante, esta rodeada por un fascinante mar azul que envuelve la isla de olores marinos.
Su orografía es montañosa y de vegetación tropical, por consiguiente la arquitectura se entremezcla con pequeños parques con lagos y vegetación salvaje, mientras los rascacielos trepan por las montañas. Es impresionante la adaptación de la construcción a la naturaleza. Los rascacielos son increíbles, especialmente el del Banco HSBC (uno de los bancos mas grandes del mundo) construido por el famoso arquitecto Foster y desmontable completamente pieza por pieza. De hecho fue traído pieza a pieza y montado aquí. El objetivo: poder llevarse el edificio (que ha debido costar una fortuna) y no tener que abandonarlo, en caso de que la devolución de Hong Kong a China traiga problemas. Se entremezclan edificios coloniales con los rascacielos, y las salidas-entradas del metro están en los propios edificios puesto que no hay suelo para ello.
El cielo está poblado por del apacible vuelo de halcones sorteando rascacielos como vigías de la ciudad.
Por la noche, la ciudad se ilumina, se viste de gala y a las 20 h. comienza el espectáculo de luz y sonido donde los protagonistas son los rascacielos, cada uno con sus “segundos de gloria” para lucirse.
Toda la parte norte de la isla es la civilización que os cuento. En la parte sur esta la selva y las playas… y a una hora en ferry esta Macao, antigua colonia portuguesa hasta que fue devuelta en diciembre de 1999, con periodo de transición de 20 años hasta llegar a ser de China. Cuentan que Portugal reclamó a China esta isla con el fin de disponer de un puerto marítimo donde comerciar en el Mar del Sur de China; al parecer el gobierno chino considero que el terreno que pedía Portugal era tan insignificante en contraste con el tamaño de China, que accedió. Hoy es Patrimonio de la Humanidad, y cuando uno la visita comprende el porqué.
Esta isla es increíble, de construcción colonial y con varias colinas, recuerda a Lisboa una barbaridad. Hasta tienen una iglesia de San Paul que se quemó y sólo conservan su fachada!!! Es curioso ver la fusión entre lo chino y lo occidental. Todas las calles tienen su nombre inscrito en azulejos tanto en portugués como en chino. Una calle aparentemente occidental encierra en un rincón un santuario budista. Las tiendas también tienen su nombre en los dos idiomas, y la comida es una unión de las dos culturas. Su población es puramente china y apenas si hay gente que hable el portugués, cosa que nos decepciono bastante. La ciudad tiene una fortaleza en la cima que la protegía con sus cañones; un paseo marítimo con suelo empedrado, palmeras, terracitas; iglesias católicas y templos budistas; museo naval… y un profundo y agradable olor a MARRRRRRRRRRRRRRR.
Increíble isla, colonia británica hasta diciembre de 1996, actualmente esta en periodo transitorio durante 50 años hasta llegar a ser completamente de China. Los volantes de los coches están a la izquierda y también circulan por ésta, hay tranvías por sus calles, el metro es impresionante, las calles son bulliciosas y con mucho ambiente, los chinos son mas educados y elegantes, hay una vida muy occidentalizada, la comida es cantonesa y por tanto deliciosa, hay zonas de copas divertidísimas con terracitas en la calle, y compras a tutti plen!!! AH! Y lo mas importante, esta rodeada por un fascinante mar azul que envuelve la isla de olores marinos.
Su orografía es montañosa y de vegetación tropical, por consiguiente la arquitectura se entremezcla con pequeños parques con lagos y vegetación salvaje, mientras los rascacielos trepan por las montañas. Es impresionante la adaptación de la construcción a la naturaleza. Los rascacielos son increíbles, especialmente el del Banco HSBC (uno de los bancos mas grandes del mundo) construido por el famoso arquitecto Foster y desmontable completamente pieza por pieza. De hecho fue traído pieza a pieza y montado aquí. El objetivo: poder llevarse el edificio (que ha debido costar una fortuna) y no tener que abandonarlo, en caso de que la devolución de Hong Kong a China traiga problemas. Se entremezclan edificios coloniales con los rascacielos, y las salidas-entradas del metro están en los propios edificios puesto que no hay suelo para ello.
El cielo está poblado por del apacible vuelo de halcones sorteando rascacielos como vigías de la ciudad.
Por la noche, la ciudad se ilumina, se viste de gala y a las 20 h. comienza el espectáculo de luz y sonido donde los protagonistas son los rascacielos, cada uno con sus “segundos de gloria” para lucirse.
Toda la parte norte de la isla es la civilización que os cuento. En la parte sur esta la selva y las playas… y a una hora en ferry esta Macao, antigua colonia portuguesa hasta que fue devuelta en diciembre de 1999, con periodo de transición de 20 años hasta llegar a ser de China. Cuentan que Portugal reclamó a China esta isla con el fin de disponer de un puerto marítimo donde comerciar en el Mar del Sur de China; al parecer el gobierno chino considero que el terreno que pedía Portugal era tan insignificante en contraste con el tamaño de China, que accedió. Hoy es Patrimonio de la Humanidad, y cuando uno la visita comprende el porqué.
Esta isla es increíble, de construcción colonial y con varias colinas, recuerda a Lisboa una barbaridad. Hasta tienen una iglesia de San Paul que se quemó y sólo conservan su fachada!!! Es curioso ver la fusión entre lo chino y lo occidental. Todas las calles tienen su nombre inscrito en azulejos tanto en portugués como en chino. Una calle aparentemente occidental encierra en un rincón un santuario budista. Las tiendas también tienen su nombre en los dos idiomas, y la comida es una unión de las dos culturas. Su población es puramente china y apenas si hay gente que hable el portugués, cosa que nos decepciono bastante. La ciudad tiene una fortaleza en la cima que la protegía con sus cañones; un paseo marítimo con suelo empedrado, palmeras, terracitas; iglesias católicas y templos budistas; museo naval… y un profundo y agradable olor a MARRRRRRRRRRRRRRR.
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