Corea del Sur: (2) Aeropuerto de Seúl.
Del aeropuerto de Seúl hubo dos cosas que me llamaron la bastante la atención:
1. Disposición de gafas graduadas para uso público.
Como en casi todos los aeropuertos, si eres extranjero unas vez que llegas tienes que rellenar un formulario de inmigración antes de pasar la aduana. En China esta es importante llegar a la aduana de los primeros, ya que de lo contrario se forman unas filas de espera espantosas y puedes perder cerca de una hora en conseguir atravesar esta barrera. Así es que cuando el avión pisa suelo pekinés uno suele tener ansias de salir del aeropuerto lo antes posible y se plantea la aduana como la línea de llegada después de una larga carrera de obstáculos: escapar de la nave de los primeros, comenzar a esquivar y adelantar pasajeros, contener las ganas de pasar al baño para después, atrapar un minicarrito para llevar el equipaje de mano y poder avanzar mas deprisa, localizar el mostrador donde están los papeles de inmigración, y por fin! Ponerse a la fila para entregarlos en aduana, rellenándolos en la misma. Se trata de no perder un segundo en esta carrera, ya que de lo contrario el tiempo de espera puede resultar infernal.
El problema es que muchas veces para rellenar el dichoso formulario de extranjería es necesario usar “las gafas de ver”. En este punto es donde uno empieza a buscar en el bolsillo de la camisa, en el de la chaqueta, en el del abrigo, y que no aparecen… en el bolso de la acompañante… en el equipaje de mano… y a todo esto la fila se va acercando a la aduna… vamos, que o te das prisa o vas a tener que dejar el paso a los que van detrás de tuyo…
En Seúl han resuelto el asunto muy fácilmente: han colocado gafas de distinta graduación para quien requiera de su utilización a la hora de rellenar los papelitos de inmigración. Aunque eso sí, no podrás rellenar los papeles en la fila de espera, ya que las gafas están “atadas” unas mesitas próximas. Pero no pasa nada, la agilidad de los funcionarios del aeropuerto “seuliano” hacen que las filas de aduanas vayan muy ligeras. Así es que, podrás tomarte tu tiempo!!
2. Los baños.
Lo primero que hago nada mas aterrizar es ir a los baños públicos del aeropuerto, no lo puedo evitar, es pura necesidad. Pues bien, en Seúl descubrí unas tazas del váter revestidas por un plástico transparente como media higiénica y antiséptica para poder ser usadas apoyando las posaderas. SI! Pero lo más curioso es que este plástico se renueva pulsando un botón que hace el plástico ya usado se retire y aparezca uno nuevo. Debe de ser como una manguera de bomberos metida en depósito. De manera que, si la taza del váter tiene forma de U, uno de los extremos de la manguera engancha con la parte izquierda de la taza, la cubre por completo y sale por la parte derecha de la taza donde debe de estar el almacén de plástico usado. Así de simple, la manga de plástico gira en torno a la “U vateriana” para que las damas puedan sentarse. GENIAL IDEA!! Y seguro que económica.
1. Disposición de gafas graduadas para uso público.
Como en casi todos los aeropuertos, si eres extranjero unas vez que llegas tienes que rellenar un formulario de inmigración antes de pasar la aduana. En China esta es importante llegar a la aduana de los primeros, ya que de lo contrario se forman unas filas de espera espantosas y puedes perder cerca de una hora en conseguir atravesar esta barrera. Así es que cuando el avión pisa suelo pekinés uno suele tener ansias de salir del aeropuerto lo antes posible y se plantea la aduana como la línea de llegada después de una larga carrera de obstáculos: escapar de la nave de los primeros, comenzar a esquivar y adelantar pasajeros, contener las ganas de pasar al baño para después, atrapar un minicarrito para llevar el equipaje de mano y poder avanzar mas deprisa, localizar el mostrador donde están los papeles de inmigración, y por fin! Ponerse a la fila para entregarlos en aduana, rellenándolos en la misma. Se trata de no perder un segundo en esta carrera, ya que de lo contrario el tiempo de espera puede resultar infernal.
El problema es que muchas veces para rellenar el dichoso formulario de extranjería es necesario usar “las gafas de ver”. En este punto es donde uno empieza a buscar en el bolsillo de la camisa, en el de la chaqueta, en el del abrigo, y que no aparecen… en el bolso de la acompañante… en el equipaje de mano… y a todo esto la fila se va acercando a la aduna… vamos, que o te das prisa o vas a tener que dejar el paso a los que van detrás de tuyo…
En Seúl han resuelto el asunto muy fácilmente: han colocado gafas de distinta graduación para quien requiera de su utilización a la hora de rellenar los papelitos de inmigración. Aunque eso sí, no podrás rellenar los papeles en la fila de espera, ya que las gafas están “atadas” unas mesitas próximas. Pero no pasa nada, la agilidad de los funcionarios del aeropuerto “seuliano” hacen que las filas de aduanas vayan muy ligeras. Así es que, podrás tomarte tu tiempo!!
2. Los baños.
Lo primero que hago nada mas aterrizar es ir a los baños públicos del aeropuerto, no lo puedo evitar, es pura necesidad. Pues bien, en Seúl descubrí unas tazas del váter revestidas por un plástico transparente como media higiénica y antiséptica para poder ser usadas apoyando las posaderas. SI! Pero lo más curioso es que este plástico se renueva pulsando un botón que hace el plástico ya usado se retire y aparezca uno nuevo. Debe de ser como una manguera de bomberos metida en depósito. De manera que, si la taza del váter tiene forma de U, uno de los extremos de la manguera engancha con la parte izquierda de la taza, la cubre por completo y sale por la parte derecha de la taza donde debe de estar el almacén de plástico usado. Así de simple, la manga de plástico gira en torno a la “U vateriana” para que las damas puedan sentarse. GENIAL IDEA!! Y seguro que económica.
Labels: Viaje a Corea
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