Digiriendo el viaje a India

Recuerdo que antes de venir a vivir a China ya Asia despertaba nuestro interés. La primera incursión en este continente quiso haber comenzado con un viaje a India que finalmente fue sustituido por otro a Tailandia y que siempre se fue posponiendo hasta hoy. Ahora entiendo que no fue fruto del azar, algo quiso que pusiéramos cierre a nuestro periplo asiático con este formidable viaje. Y es que, de haberlo hecho en aquel entonces, de haber sido el primer contacto asiático que hubiéramos hecho, probablemente ahora no estaríamos viviendo en Beijing ni habríamos conocido tantos países de Asia como hemos visitado. India nos habría impactado tanto que con ese viaje habríamos cancelado toda posibilidad de desear volver a este continente.

Este viaje ha sido grandioso en lo que a exaltación de sentidos se refiere. La vista, el oído, el olfato, el tacto y el gusto, sin duda alguna han encontrado sensaciones tan plurales y diferentes como nunca. India ofrece un infinito de todo ello, desde lo más placentero y delicioso a todo lo opuesto. Y es esa riqueza de contrastes hermosos y desagradables la que aun me tiene “digiriendo” un viaje al que todavía no se como calificar. Solo sé que India merece ser descubierta, pero nunca como primera experiencia en Asia; y que hay que acudir a ella muy mentalizado y preparado para su encuentro. Habrá momentos en que sientas la necesidad de escapar de allí, mientras que a la vez te mantendrá atrapado la idea de seguir explorando cosas nuevas. Nunca vi tanta miseria, enfermedad, suciedad y caos conviviendo con personas, vacas, monos, ratas, cucarachas y grandiosos monumentos. Es imposible suponer todo esto junto, como agitado por una coctelera junto con los excrementos, orines, cúmulo de basuras y cadáveres que cada ser vivo origina. Es necesario verlo y vivirlo. Aquello de que “la realidad supera a la ficción”, es cierto. India supera con creces todo lo que cuentan, todo lo que uno imagina. India hay que sentirla.

En unos días tendré preparadas las fotos para ponerlas.