Indonesia: Lombok

Tan solo 20 minutos en avioneta separan Bali de Lombok, pero las diferencias entre ambas islas son sustanciales.
En Lombok la población es mayoritariamente musulmana y por consiguiente las costumbres distan mucho de las de los balineses. Es una isla que apenas ha sido explotada al turismo y esto permite disfrutar de viejas tradiciones que todavía no han caído en deshuso, como por ejemplo: visitar a las mujeres tejedoras de tapices, colchas y demás (toda una auténtica obra de arte); pasear por las calles de aldeas construidas en adobe y chamizo y ser invitado a entrar a alguna de sus casas.

La estructura de estas casas se basa en dos semiplantas, una primera con una única estancia que por el día se utiliza como salón y por la noche como dormitorio principal (a la derecha esta la cama donde duermen los padres, y a la izquierda, en el suelo y sobre unas colchonetas, duermen los hijos), y una segunda semiplanta con dos estancias, una cocina y un dormitorio donde duermen las hijas. Cuando el pretendiente de alguna de las hijas quiere casarse con ella, debe acudir en la oscuridad de la noche, cuando todos duermen, a la habitación de esta y secuestrarla (todo contando con el consentimiento de ella, claro). Y a partir de ahí se celebra el compromiso y la futura boda.

Una vez a la semana estas casas son desinfectadas por dentro. Cómo? Untando, machacando y puliendo sobre el suelo de adobe excrementos de búfalo. Parece ser que es muy eficaz, especialmente contra los mosquitos (algunos pueden transmitir la malaria), y desde luego no deja olor.
También nos contaron como cada habitante de la aldea tiene su porción de tierra para plantar arroz o soja según la época y del año. Luego todos depositan los granos obtenidos en ese chamizo que veis cuya forma es ovalada y suspendida en pilares. Aqui se deja secar y luego se reparte. Es como una especie de cooperativa.

Lombok cuenta con un Parque Natural que encierra un volcán bañado en un lago azul turquesa. Acceder a esta parte cuesta tres dias de caminata, de los que no disponíamos, pero las fotos que vimos eran increibles.

La experiencia en Lombok fue muy distinta a la de Bali, mas rural, mas salvaje. Alquilamos una motillo a unos chavalines y pudimos recorrer arrozales, aldeas, comer una maravillosa langosta, disfrutar de la gente.
La gran diferencia entre las dos islas me hizo pensar que las restantes que conforman Indonesia, sin duda, deben ser a cada cual mas diferente y hermosa.