Reencuentro

Aquí nos tienen de nuevo.
Costó más de lo pensado pero por fin se produjo el reencuentro!! Esta vez en España, en Casa Juaneca (San Agustín de Guadalix), donde nos dimos un homenaje de buena comida tradicional, que todavía estamos haciendo la digestión...
Lo pasamos genial recordando anécdotas vividas juntos por China, escapadas de fines de semana, la carrera camicace como pasajeros en los carrecoches de los minusválidos, la fiesta de disfraces...
Solo faltaron Moreno y Atila. No desespereis chicos, recordad que tenemos una cita pendiente para la proxima Navidad.

Volver a lugar de origen de uno es maravilloso, especialmente después de tantos meses sin sentir su luz, sus colores, fragancias... Y sin duda, en esta situación, recuperar el cariño de quienes tienes a tantos kilometros de distancia se hace indispensable.

Es sorprendete como me gusta el lugar donde nací, crecí y viví la gran parte de mi vida. Adoro esta parte del mundo!!

El aburguesamiento de la madurez

"Adios, India, adios" es una novela de Xose Manuel Villanueva, que trata sobre el cambio de mentalidad, ideas, y pensamientos que tienen lugar en el individuo desde la rebelde juventud hasta llegar al aburguesamiento de la madurez. Es una crítica sobre la pérdida de valores y valentía a la que se llega a determinadas edades, a través de la trayectoria vital de cuatro amigos. Lo que hace que uno se cuestione muchas cosas...

Casualmente me llegó este maravilloso video que conecta perfectamente con este conjunto de ideas. Suban el sonido de los altavoces y disfruten de cada segundo, es de lo mejor que he visto en todos los sentidos:

XinJiang (5): los KAREZ: la búsqueda del agua para encontrar la vida.

Todo XinJiang sobrevive gracias a los karez (1) que transportan y suministran el agua. Una verdadera obra de ingeniería, que aunque hoy está muy mecanizada gracias a la utilización de herramientas modernas, todavía se sustenta en gran parte en los orígenes de la técnica árabe de búsqueda de agua.

La tierra de XinJiang es particularmente arcillosa, lo que permite que se creen bolsas de agua totalmente impermeabilizadas en el subsuelo. El método consiste en localizar estas bolsas de agua en zonas montañosas para aprovechar las pendientes para que discurra el agua por canales. Así es que se trata de ir perforando el suelo (antiguamente a base de pico y pala) construyendo pozos hasta encontrar la parte alta de la bolsa de agua. Una vez localizada se siguen perforando pozos cada pocos metros, uno a continuación del toro, con el fin de construir canales que van trazando un camino subterráneo que les une a todos ellos. Es como una costura donde los pozos son las puntadas bajo los que se va hilvanando el canal. Por supuesto esto se hacia todo manual, un hombre atado a una cuerda, que sostenía una noria sujeta a una mula, bajaba con la herramienta manual para ir excavando los tramos de canal entre pozo y pozo. El riesgo de muerte era muy elevado y por lo tanto era un trabajo muy bien remunerado. Después de todo, el agua es la fuente de la vida, y quienes la buscaban era muy valiosos.

Al parecer, en la zona de Turpan hay más de 3.000 km de canales distribuidos por toda la región, fechados con anterioridad a Jesucristo. En algunas partes los canales son subterráneos, y en otras, en las zonas mas llanas, están en superficie, y resulta muy agradable caminar entre ellos, la vegetación que nace a sus orillas y las viviendas que allí se concentran.

Estos canales van a dar a pequeños remansos donde se almacena el agua para ser distribuida posteriormente entre los campos sembrados. El modo de riego es nuevamente mediante canales a los que se añaden compuertas (o esclusas) que se abren o se cierran en función de la zona a donde se desee dirigir el agua. Cuando llega la hora del riego, cuando el sol ya no castiga con su calor, el agua fluye y emana una suave y fresca brisa que lo invade todo. Es un agua limpia, cristalina y muy fresca. Es como un sueño después de una larga y fatigosa jornada en tierras tan áridas: EL OASIS.

(1) Galería subterránea para el suministro de agua, que se inicia por debajo del nivel freático y se dirige hacia la superficie del suelo, con una pendiente menor que la del nivel freático y la de la superficie del terreno.

XinJiang (6): A lomos de un camello

Uno de los puntos más complicados de la Ruta de la Seda era atravesar el desierto de Taklamakan (que en lengua local significa “irás y no volverás”).

En nuestro caso decidimos adentrarnos solo por unas horas, subidos a camello y con dos guías que tiraban de ellos. El espectáculo de ver la inmensidad de la nada, tan solo de polvo y arena (el origen del hombre), acompañados de un calor y brisa de lo más intensos resultó mágico. Desconozco el porqué, quizás como el fuego, el desierto embruja y uno pasaría horas y horas sentado en lo alto de una duna simplemente observando el paisaje y como la brisa lo va moldeando y transformando sigilosamente.

Las fotos no tienen desperdicio, especialmente el reportaje que me hizo Javier donde el camello se negaba a subir por el perfil de la duna, se ponía de rodillas y pretendía escupirme por su trasero. La situación fue tensa, me veía rodando por la duna con los trastos de montar a cuestas y es que aquello se iba resbalando cada vez más hacia atrás, la altura cada vez era mayor y el bicho era terco como el solo. Finalmente, en el último momento me ayudaron a bajar de la silla justo a tiempo para no salir rodando de la situación. Ahora que veo las fotos me rio a carcajadas, al igual que Javier mientras captaba el "momento estelar", pero pase un rato de "cangueli", menuda leche me habría dado...

XinJiang (4): Turpan, los orígenes uygures.

De Kashgar volamos a Urumqi donde nos esperaba un coche para llevarnos a Turpan (170 km).



Esta ciudad fue el primer asentamiento uygur y se pueden visitar los restos de ciudades y tumbas que datan de pocos años después de Cristo. Estas poblaciones se construyeron en adobe y discurren protegidas por un gran muro a lo largo de un río, en zonas totalmente desérticas. Lo divertido de estas visitas es que recorres la ciudad en un carromato cubierto y tirado por una mula, que a veces se obstina en continuar recto donde debe girar y puedes sufrir algún pequeño y anecdótico percance…menudo apuro pasamos, creíamos que nos íbamos al traste y es que el “bicho” no hacia caso al pobre chaval que llevaba las riendas y casi nos plantamos en lo alto de alguna ruina.

Pudimos visitar un pequeño museo que representa escenas de la vida cotidiana de los yugur y sus casas por dentro. Resulto bastante interesante observar y razonar situaciones que habíamos visto en Hotan, sin duda la zona mas rural que visitamos.



También estuvimos en el mausoleo y Palacio de verano del gobernador uygur del S.XVII, construido en tres plantas, una de las cuales es subterránea con estancias muy frescas con las que combatir el calor tan extremo.

Estuvimos en las montañas de fuego, cuyo color es rojizo y que en verano cuando las temperaturas son elevadísimas parece que echasen humo (este es el lugar más caluroso de toda china). El contraste de estas montañas rojas con el verde de la vegetación que crece a los pies del cañón que se forma con un riachuelo es francamente hermoso. Y es que en esta zona se cultivan grandes extensiones de viñedos de los que salen los vinos más famosos de China.

XinJiang (3): Kashgar y el borde con Pakistán.

Nuestra siguiente parada: Kashgar (Kashi). Decidimos contratar un coche que recorriera los 500 km de carretera que atraviesan la parte sur del desierto, antes que retroceder volar de nuevo a Urumqi para coger otro vuelo a Kashi.

Este camino no tiene absolutamente NADA, solo desierto y más desierto, alguna pequeña población y nada más, así es que nos toco ir dándole conversación al conductor por el miedo a que se quedara dormido de tanta monotonía y calor. La aventura termino sin problemas, después de 7 horas compartidas primero con un conductor “han” que nos dejó en manos de otro conductor “uygur” a mitad de camino y que casi se estampa contra un camión que se atravesó en un cruce de la carretera donde todo era caos entre borriquillos, bicis, coches y peatones.

Kashgar es una ciudad fascinante levantada sobre varias colinas donde se entretejen y superponen callejuelas y viviendas exclusivamente de adobe, salpicadas de mezquitas. A sus pies un gran lago y en sus alrededores hermosos mausoleos donde permanecen enterrados antiguos gobernantes uygures. Una ciudad que emana fuego durante el día a la vez que desprende una fresca brisa cuando paseas entre los vergeles por los que manan sus canales de riego. Sin duda los árabes fueron y son los grandes ingenieros de la canalización del agua y de la creación de ambientes placenteros en condiciones extremadamente calurosas.



Lo mas divertido de Kashgar fue perdernos en su gran bazar y adquirir preciosas alfombras traídas de Afganistán y Uzbequistan. Pasamos hora y horas viendo alfombras hasta seleccionar las elegidas, mientras el dueño de la tienda nos contaba sus aventuras recorriendo todos los países vecinos para portearlas a Kashi. Nos contó como tuvo que dejarse crecer la barba para que no obstaculizaran su entrada en Afganistán en la época de los problemas con los talibanes. Y todo esto en medio ingles, medio chino, medio uygur…



Desde aquí fuimos a la meseta del Pamir hasta llegar al lago Karakul y a Taxkorgan (3.600 m de altura): último asentamiento chino antes de cruzar la frontera a Pakistán.

El paisaje es sorprendente. Se entremezclan montañas áridas pintadas con suaves colores aterciopelados, surcadas por pequeños ríos y respaldadas por montañas nevadas, de entre las cuales destaca el famoso K2. Continuamos en la Ruta de la Seda, donde la población adquiere rasgos muy parecidos a los Tibetanos (y es que estamos muy cerca de Tibet), habita en yurtas (como los mongoles) y se mueve a camello (de pelo largo para soportar las frías temperaturas). Una mezcla realmente curiosa.

Disfruten las imágenes, son realmente preciosas y transmiten gran serenidad:



Como anécdota de lo poco que se identifican con China: comiendo unos pinchos morunos en una tabernilla, le dí las gracias al camarero en chino, a lo que éste me replico una repetición burlosa de mis palabras. Vamos, que no le gusto que le hablara en chino. Al marcharnos, le dije adiós en uygur, y se puso muy contento y nos dio palmas indicando que es así como debíamos hablar, en su idioma, que no es el chino…

Aquí me vestí con un kaftan adquirido en España, y de nuevo muchos de ell@s me felicitaron por la indumentaria mediante gestos de OK con la mano, algunos aplausos o sonrisa indicativa. Se alegran de ver al extranjero integrarse en su cultura. Son gente muy abierta, sonriente y agradecida.

XinJiang (2): Hotan, volviendo al medievo

Hotan es una ciudad imbuida por el desierto de Taklimakan donde la mayoría de sus habitantes viven en casas de adobe construidas en torno a los canales de agua que dan vida a sus plantaciones. La fruta de esta zona es exquisita, tan dulce que recomiendan que tras su ingesta te enjuagues la boca con agua para que la dentadura no retenga el azúcar.

Es muy curioso ver sus invernaderos: están resguardados con un muro de adobe orientado al norte (de donde vienen los vientos fríos) del que salen una especie de vigas de madera que en forma de media bóveda concluyen en el suelo. Esta “bóveda” puede estar sin cubrir o bien es tapada con plástico transparente durante el día, o mantas de esparto durante la noche (dependiendo de las temperaturas).



Visitamos las ruinas de alguna ciudad anterior a Cristo y alguna mezquita, ambos en mitad del desierto. De camino atravesamos unas “minas de jade” y observamos el duro trabajo de quienes se dedican a su extracción. Se trata de la cuenca de un río aparece y desaparece (como el Guadiana en España), en determinadas épocas del año pierde su cauce y quedan innumerables guijarros que son arrancados por una máquina excavadora en cuyo agujero comienzan los trabajos de búsqueda del jade. El trabajo se realiza de sol a sol bajo unas temperaturas altísimas en un entorno totalmente árido y agreste que hace que uno sienta verdadera lástima por quienes allí trabajan para sobrevivir.



Sus habitantes son gente sencilla que vive de sus manos y que se siente muy atraída por el extranjero que raramente se deja caer por allí. Si te ven con una cámara te pedirán que les fotografíes y luego, en agradecimiento, intentarán agasajarte con algo. Recuerdo una anciana que tenía un puesto de frutos secos, después de hacerle un foto y enseñársela, se sintió emocionada y se empeñó en regalarnos unas pipas de girasol… nosotros insistíamos en pagárselas, pero fue imposible. Y así era todo, los niños, los adultos, los ancianos, todos deseosos de que les hiciéramos fotos y de que charlásemos con ellos. De pronto te ves rodeado por un mar de gente y es maravilloso ver como se sienten felices por el simple hecho de que les hagas una foto y se la muestres.



Nos adentramos en el mercado del domingo, un mercado muy famoso que se celebra en la calle y donde lo mas divertido es visitar la zona donde se vende el ganado. El mercado es inmenso, gigante y es como remontarse al medievo. Por el camino vas viendo a la gente trasladarse a pie o con su carretilla tirada por un burro, acompañados de sus rebaños, para concentrarse todos en un espacio de tierra donde los compradores observan, eligen y negocian las reses que se van a llevar. Allí te venden gallinas, palomas, corderos, vacas, cabras, ovejas, burros, mulas. Es realmente muy interesante.

XinJiang (1)

La Ruta de la Seda comienza (o finaliza) en Xi’an, pasa por Louyang, asoma al desierto del Gobi y antes de cruzar la meseta del Pamir para adentrarse en Pakistan, atraviesa XINJIANG.

Durante 4 h. de vuelo desde Beijing a Urumqi (capital de XinJiang) y otro vuelo interno de 1,5 h. hasta Hotan las vistas fueron estas:



Ya en tierra, lo que más nos llamó la atención fue:

1. Una vez más, el sinsentido de la imposición del horario de Beijing para toda China. En la capital amanece a las 6:00 y anochece a prox. a las 7:15, sin embargo, XinJiang con una diferencia horaria de dos horas está sometida al reloj de Pekín, con lo cual, amanece a las 8:00 y anochece a las 22:00. Lo curioso es que la población china de estos territorios se somete al horario de Beijing, mientras que los yugures no lo acatan y adaptan el horario a las dos horas de diferencia solar existentes.

2. En ningún momento nos sentimos en China. Los rasgos, idioma, costumbres, gastronomía, arquitectura y demás, de la población uygur no guardan ninguna relación con los chinos, es más entre ellos no tienen muy buena relación. Viven en barrios totalmente separados. Los barrios chinos son iguales que los de cualquier otra ciudad y los barrios yugures son adaptados a las condiciones del entorno, son viviendas y calles construidas en ladrillo de adobe, con unos muros muy gruesos que mantienen el calor en la época fría, y el frescos en la época cálida.
Los uygures se dedican preferentemente a la agricultura, ganadería, alfarería, joyería, confección de alfombras….es decir: oficios manuales que pueden observarse en un simple paseo por la calle. Se alimentan básicamente de cordero, gran variedad de panes (son unos verdaderos artistas en este oficio, para cocerlo lo pegan en las pareces de unos hornos de barro en forma de tinaja, donde el fuego están en el centro), frutas, arroz, frutos secos. Es una población muy trabajadora que se mueve en carros tirados por burros. Son muy guapos, la mayoría de ellos tienen los ojos claros. Y dependiendo de la zona de la región, algunos de ellos no hablan nada de chino (como es el caso de Hotan), algo (en Kashgar les obligan a dar dos años de chino en la escuela), o bastante, como ocurre en Urumqi que por ser la capital está invadida de chinos.

3. El control del Gobierno Chino sobre la región: Absolutamente todos los vuelos que salen o entran en XinJiang lo hacen por la capital: Urumqi, incluso los vuelos domésticos (es decir, que si quieres ir de una ciudad a otra en avión, como por ejemplo de Hotan a Kashgar, debes tomar dos vuelos porque necesariamente has de pasar por la capital). Lo que es totalmente absurdo teniendo en cuanta las dimensiones de esta región (la más grande de China). Esto ocurre solamente en los territorios ocupados, como es Tibet y XinJiang, en esta última la capital esta totalmente dominada por la raza HAN, los chinos, que suponen el 95% de la población. El Gobierno se encargar de mandar allí población china para que la población local quede en minoría.

Vietnam y Camboya

En agosto de 2005 nos escapamos 3 semanas a recorrer Vietnam y Camboya (Angkor y Siem Reap). Por aquel entonces, aunque ya estabamos en China, este blog no existía y nunca puse las fotos correspondientes al viaje. Pero, como dice el refrán: "más vale tarde que nunca", así es que aquí las tienen:

http://javier-baranda.magix.net

La composición es fruto del trabajo de Javier, que junto conmigo disfrutó una barbaridad de la amabilidad y alegría del pueblo vietnamita, que pese a haber sufrido invasiones de Francia, China, Japón, y EEUU, no guardan ningún rencor hacia los extranjeros sino todo lo contario. Son muy curiosos y rápidamente intentan acercarse a tí y entablar una conversación simplemente por disfrutar del momento, no por intentar venderte algo o engañarte. Sin duda, esto, la gente, fue lo que más nos gusto del país.

Y lo más curioso: ver las marionetas en el agua. Qué es esto? Es una tradición muy antigua, parace ser que durante el invierno Vietnam sufre muchas inundaciones, así es que los "titiriteros" para no interrumpr sus actuaciones de marionetas y continuar con su labor de pueblo en pueblo, se introducian en el agua para poder hacerlo. Hoy en día ha quedado como un espectáculo que se disfruta en el teatro de la capital (Hanoi), donde tras el telón, los titiriteros están haciendo su trabajo dentro del agua, y donde el espectador solo ve a las marionetas actuando sobre esta última. Un espectáculo precioso!!

Alicia y Gonzálo vinieron a visitarnos.

Aquí están, totalmente mimetizados ya en el mundo chino!!

Después de andar corriendo y haciendo el gamberro por medio país, volvieron a España hace una semana (también cargaditos de compras). Suerte, chicos, espero que no haya sido muy dura la vuelta al trabajo!! Nos vemos por Madrid un día de estos.